Hasta la fecha, el único banco (de los que uso) que me permitía utilizar el DNIe era
Bankinter, y sólo para identificarme; para firmar las transacciones sigo jugando a los barcos con sus tarjetitas. En cualquier caso, debe agradecer a Bankinter que me avisara que tenía los certificados a punto de caducar (ya que la
Policía no te avisa), lo que me permitió renovarlos.
Pues bién, dado que hace algunas semanas
me coprometí a ir analizando determinados aspectos del DNIe (y dado que otros bloggers como
Montaña Merchán y
Martín Pérez están hablando sobre el tema), he aprovechado la operación que tenía que hacer para probarlo y así comentarlo.
Antes, debo comentar que en mi étapa en
Doc On Time participé, conjuntamente con la
FNMT, en el proyecto que permitió a ING Direct firmar operaciones con los
certificados de la FNMT. No permiten identificar al usuario mediante dichos certificados (y tenían buenas razones para ello), pero sí que permiten firmar. Y yo, obviamente, soy uno de los usuarios que utilizan el servicio de firma con certificados (¡espero no ser el único!).
Así que, todo decidido, me he cambiado de navegador (desde Chrome ya suponía que no me iba a funcionar), he abierto el Explorer, y como un campeón he pulsado el botón de «Entrar con DNI electrónico», y después de descargarse un applet perfectamente firmado y, entrar TRES VECES el PIN, pero sin pedirme ningún dato más (otras bancas on line me piden el código de usuario, o incluso el password, ¿para qué?, ¿qué no me identifica bien el DNI?) me ha identificado correctamente. ¡Victoría!. Hasta aquí, los de ING han hecho un buen trabajo.
Ya sin miedo, he ido ha hacer la transferencia que debía hacer y …. aquí la cosa ya no ha ido tan bién. Una vez rellenado el formulario de la transferencia, al pulsar continuar, me ha dado un error de «contraseña incorrecta» (¿Qué contraseña?), y «por motivos de seguridad», me ha cerrado el navegador. Aquí, el trabajo realizado ya no es tan bueno.
Total, que he vuelto a identificarme con el usuario/password habitual, y he realizado la transferencia firmando con el certificado de la FNMT, como siempre. ¡Casi!. He estado muy cerca de conseguirlo. La sensación es que ING sólo ha adaptado el sistema de identificación, pero sigue sin tener en cuenta al DNIe para la realización de operaciones. Espero que lo solucionen pronto.
En cualquier caso, repito que la sensación es que el trabajo realizado para la identificación con DNI es bueno, y el hecho que de que me pida TRES VECES el PIN, no es problema de ING, es problema del DNI.
Por su diseño, al DNIe le han querido dar el máximo de seguridad y, eso ha ido en contra de la usabilidad de forma muy drástica. Con el DNI insertado, por el simple hecho de acceder al almacén de certificados de windows para saber de que certificados dispongo, el driver del DNIe ya solicita el PIN. Esto provoca que, por el simple hecho de abrir el Internet Explorer, este intenta acceder al almacén y ya te pide el PIN. Después cada vez que intentas hacer alguna operación con los certificados del DNIe, te vuelve a peder el PIN. En consecuencia, la experiencia de usuario es horrible.
No hay ningún otro Prestador de Servicios de Certificación que emita certificados en tarjetas criptográficas similares al DNI que ofrezca una experiencia de usuario tan desastrosa y, desde el punto de vista de la Ley 59/2003 de firma electrónica, los certificados reconocidos que emiten tienen exactamente el mismo valor que los del DNI electrónico. Si la usabilidad del DNI no mejora (entre otras cosas), dificilmente se extenderá su uso.
Otro día, hablaré de algún otro aspecto a mejorar.